La instalación y actuación de Baby Vulture para Aki Aora abordaron temas complejos como una analogía entre la muerte y el renacimiento y la dualidad que se produce en las percepciones de las personas, como nuestro océano contaminado.

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Inspirada por su investigación sobre el entorno natural de Tulum y las historias mitológicas mayas de dos heroicos gemelos: Hunahpu (Junajpu) y Xbalanque (Xb'alanke) con su autosacrificio en el inframundo. La artista creó un «Nicho» a gran escala y trasladó su taller al interior de esta caja de recuerdos transparente, donde actuó el último día de la exposición, transformando objetos de plástico encontrados en la playa de Tulum en recuerdos que los visitantes podían llevarse consigo.